DESDE CALABAZARES A LA ESCALADA
Dificultad: Baja.
Distancia: 3,9 Km sólo ida
SALIDA: N37 51.670 W6 45.169
DESTINO: N37 50.641 W6 45.764
Duración: 1 hora y media (sólo ida).
Esta es una ruta suave y corta pero interesante, ya que une dos pequeñas aldeas de Almonaster la Real pasando por paisajes variados y muy poco frecuentados, en parte en término de Almonaster y en parte en el de Santa Ana la Real. Caminaremos buena parte de la ruta junto a la rivera, en la que además desembocan gran cantidad de barrancos y arroyos que refrescarán nuestro paseo en época de lluvias.
Si vamos en coche accederemos a Calabazares desde la carretera que une la A-470 con el casco urbano de Calabazares. Apenas son dos kilómetros de carretera. Llegando a Calabazares podemos dejar nuestro coche frente a la ermita, para desde ahí iniciar nuestro paseo a pie.
Continuando en la misma dirección y sentido que traíamos con el coche dejaremos la aldea, y proseguiremos caminando por una estrecha carreterilla hormigonada, antes camino, que une las aldeas de Calabazares, perteneciente al municipio de Almonaster la Real, y La Corte de Santa Ana, de Santa Ana la Real. A pesar de que este primer tramo discurre por carretera podemos caminar relativamente tranquilos, ya que el tráfico rodado es escaso. Este primer tramo es de unos setecientos metros y va en leve descenso hasta llegar a la rivera. Pasamos por campos llanos con encinas, olivos e higueras, y también podemos ver pequeñas huertas de subsistencia. A la izquierda según caminamos divisamos las blancas casas de Calabazares que se disponen linealmente al pie de un cerro, como intentando no darse sombra las unas a las otras y ser reconfortadas por el sol en invierno. Es un paisaje rural humilde y con la belleza de las cosas sencillas.
Cuando la pendiente descendente va acusándose nos hallaremos en la rivera de la Escalada, bordeada por alisos (Alnus glutinosa)y adelfas (Nerium oleander), y la cruzaremos por el propio lecho hormigonado, ya que no existe puente, o bien pasando por unas piedras que cruzan el río unos metros antes de llegar a la confluencia de la rivera y el camino. Si ha llovido abundantemente y no contamos con calzado adecuado para pasar por el agua sin mojarnos los pies, quizá lo más adecuado sea descalzarnos para pasar. Inmediatamente después de cruzar la rivera, hemos de abandonar la carretera y tomar un sendero que sale a la derecha y que discurre paralelo a la rivera. Un poste de madera con un cartel de los que en su día instaló el Ayuntamiento de Santa Ana nos indica el camino, cuyo destino final es Riotinto.
Caminaremos ahora con la rivera a nuestra derecha, inicialmente en llano para después ir ascendiendo ligeramente, dejando la rivera abajo. El paisaje está dominado por la visión del bosque de ribera a la derecha y pinares de Pinus pinaster a la izquierda y al fondo. Llegado un punto el camino se estrecha y serpentea por entre las piedras de un pequeño cañón rocoso. En este tramo podemos observar típicas plantas rupícolas como el Sedum sediforme y helechos de roca (Asplenium ceterach y Cheilantes). A finales de invierno y en primavera podremos disfrutar de una abundante floración de bulbosas. El suelo y las rocas en la umbría están tapizados por el verde intenso y esponjoso de los musgos.
Volveremos a descender y pasar junto a la rivera, en la que divisaremos un grupo de chopos (Populus alba).
Los pinos van dando paulatinamente paso a las encinas, y el sotobosque está dominado por jaras (Cistus monspeliensis fundamentalmente, pero también C. ladanifer, C. salvifolius y C. crispus), aulagas, retamas (Retama sphaerocarpa) mirtos (Myrtus communis) y brezos (Erica arborea y E.australis).
Desde aquí continúa plácidamente nuestro camino hasta llegar a las inmediaciones de la Escalada, aunque es probable que si nos despistamos tengamos que volver a meter los pies en el agua.El camino sube ligeramente. En la lejanía a nuestra derecha podemos ver una pequeña aldea a los pies de un pinar de Pinus pinea. Se trata de nuestro destino, la aldea de La Escalada. Desde este alto podemos disfrutar de las amplias panorámicas para después caer en picado entre jaras y encinas y volver a la cota del río.
Existe la opción de hacer una ruta muy parecida a la que hemos descrito, pero partiendo desde la aldea de La Corte (Santa Ana la Real) en vez de desde Calabazares.